Tú me recuerdas a…

Written on 15:41 by Paty Gameros


La capacidad de controlar nuestras vidas, dar forma a las percepciones y conseguir que las cosas funcionen, ha asumido diversas formas de poder. Me queda claro que la palabra poder es una de esas que transpira emociones fuertes. En épocas primitivas, esta palabra no era más que una cuestión fisiológica que daba al más fuerte y rápido el privilegio de controlar su propia existencia y la de los demás. A medida que la civilización se iba desarrollando, el poder se volvió más bien una cuestión hereditaria en donde el rey disfrutaba de una autoridad plena y absoluta. Con la llegada de la Revolución Industrial el poder se fue ligando al capital, dando dominio del proceso industrial a los que tenían mayor acceso al poder adquisitivo. En la actualidad, la información rige los estatus de poder; las nuevas ideas, conceptos, formas de comunicación y tecnología día a día cambian al mundo en un abrir y cerrar de ojos.
Recientemente se ha adoptado un nuevo término dentro del vocabulario marketero. El Neuromarketing es una mezcla entre la ciencia y la mercadotecnia con la cual expertos en la materia aseguran que, a través del estudio de los efectos publicitarios dentro del cerebro humano, las empresas podrán desarrollar estrategias mucho más efectivas. Si les soy sincera, me llama la atención este nuevo método, ya que a través de una especie de casco se registran los cambios de actividad en las áreas pre-frontal y orbito-frontal asociadas con los niveles de engagement. Esto claramente con la intención de PODER llegar a predecir, sin ningún sesgo en la investigación, la conducta del consumidor.
Los seres humanos nos regimos por las emociones que actúan sobre nuestros procesos mentales y desembocan en la toma de decisión de compra. Como mercadólogos, por lo tanto, esta nueva técnica es una fuente de información extremadamente útil ya que ayuda a darnos cuenta de cómo una persona percibe, procesa y recuerda el mensaje. Sin embargo ¿dónde queda la ética y la responsabilidad social? El Neuromarketing podría considerarse como uno de los más grandes desafíos de la rama, pero también como una técnica invasiva para la intimidad del consumidor ya que las empresas obtendrían el poder de canalizar las emociones hacia la compra del producto de manera inmediata en el momento que ellos lo deseen.
Seamos honestos, el Neuromarketing se trata de un juego mental en donde la ciencia favorece a la mercadotecnia indicándole cómo introducir un chip de publicidad en un lugar tan exacto del cerebro humano que el target no logra darse cuenta. Considero que el verdadero desafío marketero está en la capacidad de transformación, en darle forma a las percepciones, y conseguir que las cosas funcionen a favor del consumidor y no en contra. Como diría Anthony Robbins: El poder verdadero se comparte, no se impone.

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